Ella Llegò Con Toda La Intenciòn De Ayudar A Este Hombre Sin Hogar, Pero El La Rechazo, Y Esto Fue Lo Que Paso Semanas Después...

A sus 57 años, Jhon Loughlin pensó que estaría en las calles de Filadelfia, para siempre, deambulando en su silla de ruedas, sin esperanza de que su vida cambiara. "Me habìa apartado completamente de la gente, dijo Jhon "Yo era un tipo que estaba verdaderamente salado"




Pero Lolly Galvin, apareció en su camino. Lolly y sus amigos se habìan dedicado parte de su vida a ayudar a otros, y como parte de sus iniciativas, corrtaban el cabello a las personas si hogar en el centro de la ciudad. Y un día Juan pasó y se le acercaron para poder ofrecerles servicio, pero él se negó. Aunque, dos semanas después, cuando Jhon ya no soportaba más el descontrol de su pelo, y volvió a ver a Lloly y accedió.  Te invitamos a que termines de leer esta historia, es muy bonita...

"Y entonces todo comenzó. Así, con un corte de pelo", dijo él, riendo.

 

ohn creció en Ardmore. Fue a la escuela privada y tenía dos padres dedicados, que se involucraban en todo. Ellos se divorciaron cuando él tenía cuatro años, por lo que creció con su madre. Sin embargo, cuando cumplió los 14 años, su madre falleció. "Simplemente me di por vencido", dijo. "Sé que mi mamá no habría querido que yo hiciera eso”.

A partir de ese día, John dice que su vida se llenó de desgracias. Se sumergió en el mundo de las drogas, y perdió el control financiero. Como no pudo seguir pagando su apartamento, comenzó a vivir en las calles, viajando entre Center City y Kensington. Fue en Kensington, hace unos cuatro años, en donde le dispararon y sufrió graves lesiones en las piernas. Después recibir tratamiento, volvió a la calle hasta que hace un año, fue atropellado por un auto.

Una vez recuperado, se encontró de nuevo en la calle, en donde pensó que permanecería para siempre. "Vivía en mi silla de ruedas", dijo John. “Pensé que así sería para siempre”. Fue entonces cuando Lolly llegó a su vida y pudo ver las heridas de John y cuánta ayuda necesitaba. "Sabía que sería difícil", dijo Lolly. "Lo tomé bajo mi ala y hemos estado pasando por esto juntos desde entonces".

Lolly no es ajena a todo lo que viven los desamparados. En 2016, se unio a The Dignity Project. Narró que comenzó como un GoFundMe con el objetivo de recaudar dinero destinado a ayudar a los desamparados en actos aleatorios. A partir de ahí, dijo, las redes sociales ayudaron a que el proyecto despuntara.

Con la ayuda de amigos, familiares y hasta de extraños, Lolly y sus amigos han mantenido el proyecto a flote. Además de recortarlos en las calles de Filadelfia, reciben donativos y han dado 254 sacos de dormir a personas sin hogar. Además, prepara unos paquetes que ha llamado "bolsas de dignidad", en los que echa guantes, calcetines, ‘chapstick’, desodorante y otros elementos esenciales.

“Estoy muy orgullosa de la respuesta de otras personas", dijo Lolly, refiriéndose a los cientos de donativos que ha recibido de personas de todo el mundo y en las que se incluyen parte de las ayudas que le han dado a John. Con su ayuda, John fue trasladado a diferentes hospitales locales antes de que encontrara uno que pudiera ofrecerle la cirugía que necesitaba para sanar al ser atropellado por el auto. Eventualmente, John se recuperó de la cirugía y ahora está fuera de su silla de ruedas y puede caminar de nuevo.

"Ella es mi ángel, mi mejor amiga”, dijo John. "Si estoy teniendo un mal día, la llamo. Una persona cambió mi vida entera”. John, dijo que el siguiente paso es encontrar una vivienda.

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